Para una decoración moderna, lo que se está usando es armar grupos impares, por ejemplo de tres o cinco almohadones. Suelen resultar más atractivos visualmente que en grupos de cuatro o seis.
En cuanto al tamaño, los almohadones grandes suelen tener mejor impacto visual y generar menos “ruido visual” que los más pequeños, aunque los pequeños imprimen calidez y personalidad al ambiente.
Una opción es combinar tamaños y, para los más osados, animarse con las formas no convencionales. Intercalar almohadones con formas distintas entre los clásicos cuadrados y redondos puede ayudar a levantar mucho un ambiente
Con respecto a los textiles, la oferta es muy amplia: algodón natural, gabardina, lino, arpillera o hilo tejido a crochet. También raso, telas de colores vibrantes, estampados, silk, serigrafías y más. Todo es bienvenido siempre y cuando se respete un criterio al mezclar colores, estampados y texturas.Ya en una decoración formal, podemos optar por almohadones cuadrados y rectangulares o los clásicos bombón o redondos. Los patrones que nunca fallan son los típicos damasco, liberty, toile de jouy y monogramas.
Como no se puede jugar mucho con los estampados, sí se puede jugar con la combinación de texturas: terciopelo, seda, algodón, brocato, etc.